Galletas con pepitas de chocolate
Al principio de la web, cuando estaba empezando hice unas galletas que la verdad no quedaron demasiado bien, y no por culpa de la receta, sino por fallo mío a la hora de hacerla. Os compartiré al final el truco para que queden perfectas. Y esta vez las hice con pepitas de chocolate, ¡qué ricas!
Es una receta muy sencilla, perfecta para estos días de confinamiento para hacer en casa junto a los más peques. Yo la hice con mi hijo de tres años y además de pasárselo genial, fue un rato muy agradable juntos en la cocina.
Ingredientes
- 115 gr. de mantequilla
- 75 gr. de azúcar
- 75 gr. de azúcar moreno
- 225 gr. de harina de trigo
- 1 huevo
- Aroma de vainilla
- Sal
- 125 gr. de pepitas de chocolate
Elaboración
- La mantequilla debe estar a temperatura ambiente para poder manejarla, la queremos blandita. Yo la saqué de la nevera por la mañana y la utilicé por la tarde. La ponemos en un bol grande para que quepan todos los ingredientes y añadimos las dos azúcar, y removemos bien para que se mezcle todo. Hay que tener paciencia que al principio cuesta un poco. Puedes utilizar espátula o batidora eléctrica.
- Cuando ya se haya mezclado bien añadimos el huevo y el aroma de vainilla y seguimos mezclando.
- Ahora toca ir poniendo la harina junto con la cucharadita de levadura poco a poco y tamizándola primero.
- Cuando ya tengamos la pasta de las galletas añadimos las pepitas de chocolate y volvemos a mezclar.
- Atentos a esta parte porque es la del truco para que no se queden muy finitas al hornearlas. Dividimos la masa en bolitas y las ponemos sobre un papel vegetal. Cuando las tengamos todas las metemos en la nevera. Durante 30 o 40 minutos, tiempo suficiente para que la masa vuelva a endurecerse. Si hay prisa también vale 10 o 15 minutos en el congelador.
- Cuando haya pasado el tiempo ya podemos hornearlas, 15 minutos a 170 grados serán suficientes, pero puedes ir chequeando por si acaso. En cuanto veas que empiezan a dorarse ya las puedes sacar, que con el calor que les queda se siguen cocinando un poco más, si as dejamos demasiado en el horno se pueden quedar muy duras.
Al meterlas primero en la nevera, cuando las ponemos en el horno la masa no se “espachurra”, se quedan gorditas, crujientes por fuera y blanditas por dentro, de verdad, ¡buenísimas!
Espero que te gusten i las haces y por supuesto, que pases un buen rato en la cocina.
¡Buen provecho!
Comentarios recientes: